Comprar y vender inmuebles sigue teniendo atractivo para los inversores extranjeros. Aprovechando esa coyuntura, la gestora española de activos inmobiliarios Magic Real Estate acaba de constituir una sociedad cotizada de inversión en el mercado inmobiliario (socimi) para subirse a esa ola del mercado. La firma liderada por el financiero Ismael Clemente, uno de los nombres más reconocidos y singulares del sector, sacará a bolsa Merlin Properties, un vehículo de más de 1.000 millones de euros al que aportará las sucursales del BBVA adquiridas a la entidad hace cuatro años.
El proyecto de Ismael Clemente era un secreto a voces en el sector inmobiliario desde hace meses. Tras la aprobación de las socimis, las sociedades de inversión inmobiliarias españolas equivalentes a los REIT continentales, Magic Real Estate era un candidato seguro a acogerse a esta modalidad para acceder a las ventajas fiscales de este modelo, y dar liquidez a la inversión de 1.200 millones realizada en 2009 por el fondo inmobiliario de Deutsche Bank (RREEF) para comprar 1.350 sucursales del BBVA, unos activos que ahora gestiona desde su firma tras salir de la entidad alemana.
De esta forma, Merlin Properties se sumará a las dos firmas de inversión inmobiliaria que han debutado ya en el parqué en lo que va de año, Lar Real Estate, la socimi del Grupo Lar (familia Pereda), e Hispania Activos Inmobiliarios, la sociedad cotizada de Azora (Fernando Gumuzio y Concha Osácar). Igual que los otros proyectos, que cuentan con inversores internacionales de referencia, Ismael Clemente pretende atraer a su proyecto a otros grandes institucionales como Blackstone, firma a la que ya asesora, para dotar de más de 1.000 millones a esta nueva socimi.
Para este proyecto, Magic Real Estate ha reclutado a Miguel Ollero y Fernando Ramírez como parte del equipo gestor, mientras que contará como director de inversiones con David Brush, hasta fechas recientes máximo responsable del gigante Brookfield para Europa. Por otro lado, el banco de negocios Credit Suisse actuará como coordinador global único y 'joint bookrunner' para completar la captación de inversores y alcanzar el objetivo de ser "la mayor compañía inmobiliaria cotizada en España bajo el régimen de socimi por capitalización bursátil". El ladrillo está de vuelta… pero sólo para el gran dinero.
(Carlos Hernanz, El Confidencial)